martes, 12 de agosto de 2014

SE FUE ABEL LAUDONIO, SÍMBOLO DE TODA UNA EPOCA

LAUDONIO, TAPA DE KO MUNDIAL
ABEL LAUDONIO se ha ido. Fue, sin duda, uno de los símbolos de los años 60 para el boxeo argentino. Oriundo de Villa Urquiza, mimado por el gran "Cucusa" Bruno, él,  su hermano Oscar eligieron al boxeo. Y en ambos casos, el boxeo los llevó a ambos a conocer el mundo y conocer otra vida...
Abel fue un producto legítimo del Almagro Boxing Club, aquel de grandes maestros, como Desiderio Ferrari, Prudencio Melero, El Gallego Valcarce... "Primero el hombre, después el campeón", nos decía Melero. "Acá, el que no estudia, no puede boxear", agregaba. "Acordate, pibe, los golpes no son vitaminas..."
Laudonio fue toda una figura para el boxeo amateur argentino, y a lo largo de sus 101 peleas, solamente pudo ganarle uno en nuestro medio, el querido y recordado Adolfo Tomaselli, pupilo de don Genaro Ramusio...
Como curiosidad histórica, queda que en 1955, Laudonio le ganò a Horacio Accavallo, quien efectuaba su última pelea como aficionado...

LAUDONIO como profesional fue una especie de "Pibe de Oro" para el boxeo argentino. Siempre bien trajeado, pulido en todos sus ademanes y gestos, sonriente en todos los casos, atento, educado, cariñoso, formal... En el ring, un clásico: izquierda en punta, siempre bien armado, caminando con elegancia a los costados pero buscando la pelea.
No, no nos olvidamos; fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Roma (1960) y campeón argentino profesional de la división liviano. 
Fue, justamente, cuando logró esa corona, que se anotó la más importante de todas sus victorias, porque se impuso por puntos a Nicolino Locche. Si la memoria no nos falla, fue la única vez que Locche sufrió una derrota en el Luna Park...

Laudonio, conocido por todos como "Pocho", había nacido el 30 de agosto de 1938. Tuvo un gimnasio que llevó su nombre y que fue frecuentado por artistas y boxeadores: de hecho, Carlos Monzón bautizó a su hijo Abel Ricardo como símbolo de admiración..
Se retiró muy tempranamente, a los 27, con 55 peleas de las cuales se impuso en 47 (36 por nocaut), perdió 6 (2 con Nicolino Locche) y empató 2. 

Eran aquellos, los tiempos en que los boxeadores más elegantes utilizaban pantalones de terciopelo (sin inscripciones publicitarias, claro) de color rojo o azul... cuando solamente los campeones usaban pantalones blancos... Cuando los técnicos subían a las esquinas vestidos todos de blanco... Cuando en el Luna aparecía una camada de jóvenes y diferentes boxeadores, como Laudonio, o Carlitos Cañete o tantos otros... una especie de "Nueva Ola" con los guantes puestos... Cuando Norberto Fiorentino anunciaba "La uuuuuuultima pelea de la nooooocheeee"... Cuando al borde del ring se sentaban periodistas: Ulises Barrera, Osvaldo Caffarelli, Horacio Garcìa Blanco, Ernesto Mizrahi, Ernesto Cherquis Bialo, Ricardo Arias, Damián Cané...

Se fue Abel Laudonio, y en la leyenda seguramente, constará en letras mayúsculas: EL HOMBRE QUE LE GANÓ A NICOLINO EN EL LUNA

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