jueves, 14 de septiembre de 2017

CANELO-GGG Y UN DETALLE QUE SERÁ CLAVE

MUCHO SE VIENE escribiendo sobre esta pelea. Mucho se viene esperando esta pelea. Y, por fin, para bien del boxeo, será realidad este sábado. Podremos verla en Argentina a través de Combate Space a partir de las 21,30.
Para aquellos que siempre preguntan a qué hora es la pelea les decimos: cerca de la medianoche. Consejo, sentarse frente a la tele y disfrutar de todo lo previo sin mirar el reloj cada quince minutos. Total... !Es sábado a la noche, amigos, si les gusta el boxeo una media hora más o menos no creo que haga una gran diferencia!

Y COMO SERÁ LA PELEA, nos preguntamos. Muchos y más prestigiosos periodistas han escrito sus opiniones. Mi aporte no es demasiado original. En el boxeo de hoy y de siempre, lo primero que tiene que tener un boxeador para llegar a algo, es una mandíbula fuerte. Lo demás -a boxear, a caminar, a bloquear y a trabar- se aprende. Se puede poseer una gran pegada, que por supuesto es un factor decisivo, pero sin una gran mandíbula, tampoco hay garantías.

LA CLAVE DE LA PELEA -al menos es mi opinión- pasará por ver quién aguanta más. ¿Cuantas veces hemos visto en situaciones realmente complicadas a Canelo o a GGG? Por mi parte, creo que muy pocas. ¿Cómo se puede saber, entonces, su capacidad de asimilación y -lo que es aún tanto o más importante- su reacción ante la adversidad?
Broner era el gran candidato de todos, como en su momento Víctor Ortiz, frente a Maidana, pero bastó que El Chino metiera la mano para que uno fuera al hospital y otro se retirara de la pelea.
Monzón casi se cae frente a Briscoe, pero miró el reloj y siguió. Castro estaba desfigurado ante Jackson, pero terminó imponiendo su voluntad, su coraje y su fuerza. 
Canelo luce mucho más veloz y tiene muy buenas combinaciones, pero físicamente es más pequeño -un poco, no demasiado- que su rival, que es un mediano natural.
GGG luce lento y, a veces, baja demasiado la izquierda, pero tiene buena pegada -vaya con el descubrimiento-.
Cierro con una vieja frase de los gimnasios, cuando se habla de un futuro crack: "Si, boxea muy bien... el asunto será ver cuando le pegan".
Y algo de eso será una clave para la pelea del sábado. 
Saludos para todos.
CARLOS IRUSTA

viernes, 1 de septiembre de 2017

EL MIEDO AL CAMBIO. ¿FLOYD-MC GREGOR ES EL FINAL DE UNA HISTORIA O EL COMIENZO DE OTRA?

FLOYD MAYWEATHER, tras ganarle a Conor Mc Gregor, se dio el gusto de poner su record en 50-0, embolsar unos cuantos millones (y, por supuesto, mostrarlos) y luego anunció que -ahora si- no peleará más.

Ahora si le creemos, pero también nos da la impresión de que esta historia recién comienza. Si un choque entre un campeón de artes marciales o como se llame -confieso que no conozco del tema, prometo aprender- y un boxeador es capaz de generar una fortuna. ¿Es descabellado pensar que algunos otros seguirán ese mismo camino? Ya lo dijo o lo anunció alguien que sabe mucho más que yo como Eduardo Lamazón. Y claro que coincido: lo dije hace unos días en "Ring Side en el Aire".

El primer síntoma de vejez es LA RESISTENCIA AL CAMBIO, no querer aceptar cosas que se vienen. Que nos guste o no, es otra historia. Que nos parezca un "ultraje al boxeo" o simplemente "un gran negocio" es secundario. La vida nos ha enseñado que, lamentablemente, tenía razón Ringo cuando decía que "El músculo más sensible del hombre es el bolsillo".

Los que siguen las artes marciales y los que aman el boxeo no se llevan del todo bien. No estarán enfrentados, pero se miran de reojo. Después de todo, el boxeo ha sido durante muchos años el amo indiscutido de los deportes de combate y hoy ya no es tan así. Fue McGregor, con su personaje, el que se adueñó de la escena durante la gira promocional.  No se extrañen si aparecen otros choques similares. Quizás sin la enorme repercusión de este: convengamos en que fue un tremendo fenómeno mediático y que ha logrado enormes cifras de teleaudiencia en todo el mundo, que no es un dato desdeñable si no todo lo contrario. Tenerlo muy en cuenta.

¿Se vienen más choques? Creemos que si, nos guste o no, sea "bueno" o no, que es otra cosa. El boxeo debería mirar para adentro y tratar -al menos, tratar- de entender por qué, su popularidad comienza a decrecer. El boxeo jamás morirá, por cierto, pero su reinado ha comenzado a perder una franja importante, sobre todo en las jóvenes generaciones.

CARLOS IRUSTA