Cuenca junto al referí Guajardo. Foto: Cairo. |
Cuenca, entonces, pareció no solamente más veloz de lo que es -lo cual ya es mucho- sino que, en este caso, SE DECIDIÓ A TIRAR MAS GOLPES, lo cual no significa que por eso haya que PELEAR DE IGUAL A IGUAL CON UN NOQUEADOR.
De este tema, hablamos y mucho hace dos semanas en RING SIDE EN EL AIRE con el propio Cuenca. Pedirle a un boxeador sin pegada que se plante al toma y daca con un noqueador, es absurdo. Los que saben de boxeo nos han enseñado que gana el más inteligente, no siempre el más fuerte, pero PARA GANAR HAY QUE CONVENCER.
Esta vez, Cuenca convenció, pero... ¿Convenció a los jurados? Nos parece que no, que que fue muy poco... Aunque el fallo haya sido unánime, vale la pelea repasarlo.
LUIS ROMIO, un 118-111, incuestionable.
JORGE MILICAY, 114-112.
LUIS DOFFI, 114-113.
O sea que, si tenemos en cuenta que Guajardo le descontó un punto a Olmedo en el octavo asalto por perder el protector bucal, para el doctor Doffi, la pelea había sido EMPATE en 114, y para el señor Milicay, Cuenca ganó, apenas, por UN PUNTO.
Aceptamos todos los criterios, pero nos queda la sensación inequívoca de que el sábado en General Villegas hubo un ganador CLARO, AMPLIO Y LEGÍTIMO.
Cuenca demostró que está para más, mientras nos queda una pregunta: ¿A quién se lo ocurrió elegirlo como rival para Olmedo y, encima, pagarle una fortuna?
CARLOS IRUSTA
No hay comentarios:
Publicar un comentario