Sí, pero acá se matan por dos pesos. Se matan por dos monedas. Mirá, yo soy boxeador, y lo veo de esta manera: hay boxeadores -y no todos los boxeadores- que parecen minas de la noche. Hoy están con uno, mañana están con el otro, y pasado con otro, y siguen así. Después se escucha: “Pero si tiene contrato conmigo”. “No, pero se fue conmigo porque vos le robaste”. Y cosas así.
Después, los técnicos se quejan de que les roban los boxeadores. Pero en realidad, se trata de la educación que se le da al boxeador. El que educa al boxeador es el técnico. Yo he tenido miles de peleas con el viejo Horacio (García), que lo amo, fue como mi padre. Me orientó, me guió, y considero que lo que tengo es gracias a él y a que yo le hice caso. Yo he tenido varias discusiones con él, pero por el boxeo, nunca por dinero ni nada por el estilo. Siempre por cuestiones boxísticas. Porque me parecía que en algunas cosas, él estaba atrasado. Y yo, creyendo que me las sabía todas, como pasa mucho con un pibe de esa edad, y en ese momento me peleaba. Hoy, se dejan por monedas. Traicionan. Yo no soy una persona que traicione. Jamás traicioné a nadie ni le debí nada a nadie. Es más, he hasta pagado para pelear.
Yo, en la época del Luna Park, no existía. Pero hoy quieren haber muchos Tito Lectoure. Y para que haya un Lectoure, primero tenés que tener un Luna Park. Y tenés que tener un Galíndez, un Monzón, un Locche, un Accavallo… Tenés que tener boxeadores. Si hoy se pelean por uno, por el otro. “No, que ganó medio título”. “No, que lo perdiste cuando se fue con aquel”… Y cosas así.
(ESTA ES PARTE DE LA NOTA PUBLICADA EN RING SIDE NUMERO 154, EN LA FOTO, BARRIOS POSA PARA HERNAN PEPE, DE EL GRAFICO)
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