Maidana no pudo con Devon. Foto: Tom Hogan |
Ahora, ya en casa, llega el momento de la reflexión. Queda en claro que Devon Alexander le ganó casi todos los asaltos a nuestro Marcos Maidana.
Queda en claro que el santafecino hizo todo lo que pudo, pero que no tuvo propuestas técnicas ni físicas para imponerse al norteamericano.
Queda en claro que la categoría welter no le sienta bien a El Chino y que deberá continuar en los 63,500, en donde es el campeón regular reconocido por la Asociación Mundial de Boxeo. Para realizar esta pelea, Maidana pidió un permiso oficial que le fue concedido, de tal forma que nunca puso en riesgo su continuidad de campeón mundial
Ha llegado el momento de la reflexión, porque solamente un análisis retrospectivo a fondo podrá explicar qué cosas ocurrieron para que Maidana cumpliera una actuación tan pálida y sin respuestas, quizás la peor de todas de esta última etapa. No le quita esto mérito alguno a Alexander, quien ejecutó una pelea inteligente, sin dejarlo nunca a Maidana elaborar en la corta distancia, y retrocediendo sin escapar, amparado en su gran velocidad de pies y manos, velocidad que contrastó, todavía más, con la lentitud del santafecino.
Si tenemos en cuenta que El Chino comenzó a trabajar en diciembre para esta pelea, junto a Christian Rodríguez y luego el preparador físico Pensa, de Puerto Rico... y si contamos que el 5 de enero el grupo desembarcó en Puerto Rico y continuó el trabajo sin parar hasta la fecha de la pelea -25 de febrero- es indudable que algo falló, pues tiempo de entrenamiento hubo. Tanto es así que nadie en el grupo dejó de expresar, antes de la pelea, "Si perdemos, no hay excusa alguna".
Está bien, pero ¿por qué entonces lució tan lento y sin fuerzas, como que apenas conectó un par de manos y sólo ganó un round, el tercero?
¿Qué quedó de aquel Maidana que, a fuerza de corazón, terminó sus peleas ante Khan y Morales lanzando golpes desde todos los ángulos, poniendo una tremenda presión al combate?
Habrá entonces que barajar y dar de nuevo, revisar los roles de cada integrante del grupo y establecer un patrón de trabajo diferente o como sea, para hacer los ajustes necesarios.
Se aprende del error. Acá se aceptó el ingreso a la división welter como una posibilidad que además -no es, justamente, un detalle menor- permitió lograr una buena bolsa.
La división welter no le queda bien. Ya está. Ahora, a pensar en el campeón mundial welter junior, el que en su momento noqueó a Víctor Ortiz, el que cayó con todos los honores ante Amir Khan y el que se consagró ante Erik Morales, ese es el Maidana que queremos todos a pesar de que comete errores técnicos que deberían ser corregidos, pero que fueron compensados con garra, coraje, velocidad y combinaciones de manos.
Nos quedamos a la espera, sabiendo que, con todas sus limitaciones, hay mucho todavía por esperar del santafecino.
CARLOS IRUSTA
De su viaje a Saint Louis, Missouri.
FOTOS: gentileza Golden Boy Promotions.