“Iba a pelear el 29 de julio en Tucumán. Pero se postergó por la pelea que se está programando con Érik Morales para el 17 de septiembre en Las Vegas, como semifondo de Mayweather con Ortiz”.
“Corro a la mañana, al mediodía voy al gimnasio de boxeo, y a la tarde hago natación, dos veces por semana, y fierros tres veces por semana. Y antes que saliera la posibilidad de pelear, estaba haciendo también jiu jitsu y muay thai”.
“Estoy volcando todo mi tiempo en el deporte. Le agradezco a Dios que me da la posibilidad, porque hay gente que tiene que laburar a morir, y yo por lo menos puedo vivir de lo que elegí, que es lo que amo”.
“El boxeo está pasando por una etapa de decadencia porque no hay amateurs. La Federación está vacía. Es muy triste ir a la Federación y escuchar cada vez menos sonidos de las sogas o del punching-ball”.
“En el boxeo nadie invierte. Todos quieren ganar pero nadie invierte”.
“En el café todos hablan de esto y aquello y que quieren salvar el boxeo mundial, pero nadie hace nada. Yo creo que nadie hace nada, porque nadie tiene una idea fija. Hoy van a proponer una cosa y mañana otra”.
“Estoy esperando que me confirme Mario Arano. Como tardaba la Justicia en darme el permiso, le habían conseguido otro rival a Morales (NdR: Anthony Crolla). Pero ahora, como ya tengo mi permiso, ahora va a levantarse otra vez la pelea, están volviendo a armarla. Golden Boy Promotions habló y no hay ningún problema que boxee en Las Vegas. Sólo faltaba que le responda Sulaimán, padre e hijo, porque querían hacerlo por el título del Consejo de las 135 libras”.
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