YAMIL PERALTA ganó con solvencia su primera pelea: ante todo, pensando, utilizando sus largos brazos y caminando alrededor del rival. "El boxeo no es para brutos, sino para inteligentes, la gente quiere ver sangre, pero esto es otra cosa", nos dijo hace más de un mes, cuando lo entrevistamos para REVISTA RING SIDE, en el Cenard. De pocas palabras, cansino y tranquilo, Yamil arrancó en el boxeo de la mano del Pepe Balbi que, a su vez, lo llevó a Mario Tedesco, en la escuela de boxeo Tito Lectoure en Tres de Febrero, Caseros. El domingo tendrá la oportunidad de llegar por lo menos al bronce. Estamos hablando de la categoría pesado, en donde el boxeo olímpico dejó su huella histórica. Ojalá que la victoria de Yamil, de conseguirla, sirva no solamente para la conquista, sino para que el boxeo amateur argentino se despierte, porque algo pasa. Y no estamos hablando de los boxeadores, sino de la dirigencia. Recién ahora empezamos a ver festivales en Castro Barros 75, tal vez porque se viene la Liga que es, en realidad, más profesional que amateur. Cuando decimos que algo pasa en la dirigencia, en realidad queremos decir: en la dirigencia, pero también en las bases, porque esto se hace entre todos. Pero... hemos escrito y hablado tantas veces de la necesidad de un diálogo abierto y en serio, de un intercambio maduro de ideas, que sentimos que no hay eco, no hay interés.
Así que, por ahora, sigamos junto a Yamil, pensando siempre en un futuro mejor...
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